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Los sitios internacionales cambian poco a poco a un nuevo formato. Puede encontrar las versiones anteriores de las páginas que ya están actualizadas (con todo su contenido) en los enlaces siguientes:

 

1. El Comité Central del KKE hace un llamamiento a la clase obrera del país, los trabajadores autónomos rurales y urbanos, los profesionales, los artesanos, los científicos y los campesinos, los jóvenes que cursan estudios en la Educación secundaria o superior, las mujeres de familias populares.

Les llamamos a emprender la lucha decisiva, masiva y firme para defender el nivel de su vida, de su sueldo, para vivir con dignidad y con derechos contemporáneos. Por un futuro sin la inseguridad y la incertidumbre actual.

¡Ya es hora de que el pueblo muestre su fuerza!

La indignación y la furia deben convertirse en una lucha organizada.

Les pedimos que dejen de lado la lógica de estar a la “espera”. No saldrá nada positivo de sus manejos, de las manipulaciones y las decisiones de la clase dirigente y su personal político cuyo objetivo es contener el descontento popular.

El mismísimo pueblo puede y debe convertirse en el protagonista de los acontecimientos. Con una lucha unificada a nivel panhelénico. Con preparación y organización desde el nivel de base. Con focos de resistencia y frentes de lucha en cada sector, en cada centro de trabajo y de estudios, en cada ciudad, barrio y pueblo. Con la perspectiva de que todos se reúnan en las movilizaciones panhelénicas, en las huelgas combativas y masivas del próximo período.

La furia popular que crece constantemente no debe quedarse atrapada en la “inmovilidad” de la espera de las elecciones parlamentarias. No debe quedarse atrapada en los falsos dilemas y las contradicciones secundarias entre los partidos políticos del establecimiento. No basta con que se vaya un gobierno antipopular para que venga uno nuevo y continúe por el mismo camino sirviendo las aspiraciones del gran capital, los compromisos de la UE y de EE.UU-OTAN. Esta historia cuento se repite una y otra vez.

Hoy, lo que hace falta para que renazcan la esperanza y el optimismo, es un nuevo comienzo de lucha, con el KKE al frente, fuerte, contra la pobreza energética y la carestía, contra la llamada transición verde de las bolsas de Energía, el saqueo de los trabajadores y la destrucción del medio ambiente, contra la guerra imperialista y la participación -de cualquier modo- de Grecia en esta, contra los planes de la OTAN y la UE, que el pueblo griego los está pagando muy caro mediante los gastos de guerra y acabará pagándola con la sangre de sus hijos mañana.

Es urgente reforzar el espíritu de lucha de la clase obrera y de todo el pueblo, uniendo fuerzas con el KKE, lo cual será expresado también a través del cambio de la correlación de fuerzas en todas partes: desde los sindicatos de base y la organización de masas hasta las elecciones parlamentarias que se celebrarán a más tardar a principios del verano de 2023, así como en las elecciones municipales y regionales en octubre de 2023.

Porque solo el pueblo puede salvar al pueblo en la lucha por el derrocamiento del capitalismo y por eso el KKE debe ser aún más fuerte.

2. Los momentos que transcurren son críticos. La guerra imperialista en Ucrania se está intensificando.

Por una parte, los planes de anexión de territorios ocupados a la Federación Rusa, y por otra parte el apoyo multiforme, incluso con armamento pesado, del campo euroatlántico al gobierno reaccionario de Zelenski, alimentan el círculo vicioso del antagonismo y la guerra imperialista.

El punto culminante son las amenazas de ambos lados de hacer uso de armas nucleares. En estas circunstancias, resulta aún más imperativo exigir que Grecia se desvincule de la guerra para que el territorio griego y la infraestructura del país no se conviertan en “cabezas de puente” de guerras. El sabotaje de los tubos de “Nord Stream” y otra infraestructura crítica confirma esta necesidad.

Al mismo tiempo, se añaden nuevos focos de tensión y de antagonismos imperialistas entre el centro euroatlántico (EE.UU-OTAN-UE) y el centro euroasiático que está en curso de formación (China-Rusia). Una parte integral de estos antagonismos es el deterioro en las relaciones greco-turcas, a causa de la escalada de la agresión de la clase dirigente turca. La búsqueda de la OTAN de separar Turquía de la influencia rusa -a favor de la cohesión de la OTAN- seguramente dará lugar a negociaciones y confrontaciones con los pueblos de Grecia y Turquía, así como los derechos soberanos del país, como víctimas.

Se ciernen las nubes de una nueva crisis económica capitalista en la UE.

Gobiernos, organizaciones internacionales, partidos políticos burgueses, medios de comunicación masiva preparan a los pueblos para los “duros inviernos” que se avecinan.

Están hablando de “situaciones de emergencia” y “condiciones de guerra”. Están anunciando condiciones distópicas que incluyen “gran escasez de energía”, “racionamiento de alimentos”, “fuerte subida de precios”, “pobreza generalizada”, “ciudades a oscuras”, “hogares fríos”.

Todos estos no son “fenómenos naturales”, ni el resultado de una “mala coincidencia”, como pretenden presentarlos. No se trata simplemente de una “desviación de la normalidad, a la que volveremos en algún momento”, como afirman.

Detrás de cada problema popular, de la pobreza, la carestía, la guerra hasta la represión y las interceptaciones, el culpable y las causas son los mismos y son concretos:

  • Es la política que implementan todos los gobiernos burgueses, que sacrifica las necesidades populares en el altar de las ganancias capitalistas. Después de todo, el “duro invierno” no les afecta a todos. Mientras los hogares populares no pueden llegar a fin de mes, las ganancias de los grupos empresariales de la Energía, los transportes, los alimentos, los medicamentos, el turismo, y otros sectores, baten un récord tras otro.
  • Son los enormes impasses, los contrastes y las contradicciones insuperables de la vía de desarrollo capitalista cuyo único fin y motivo es la ganancia.
  • Es la “normalidad” de un Estado que blinda la dictadura del capital para hacer frente al “pueblo-enemigo”, en un período en que está creciendo la ira del pueblo.

Lo que no dicen, y nunca van a decir, son las verdaderas causas de la gran contradicción de nuestro tiempo, es decir que en las sociedades capitalistas contemporáneas, a pesar de los grandes logros científicos y tecnológicos, a pesar de la riqueza que se aumenta constantemente, los pueblos se ven condenados a vivir en condiciones consustanciales a siglos anteriores.

En última instancia, no es la época amenazante en sí sino el capitalismo, y hace que la época sea amenazante para el pueblo.

Porque este sistema no puede corregirse, mejorarse, volverse más humano. Todos los acontecimientos justifican al KKE que destaca que el capitalismo es enemigo de los pueblos y que la única salvación es la lucha por su derrocamiento.

3. Ante esta situación difícil, las luchas y las movilizaciones masivas de los trabajadores de muchos países contra la guerra y la implicación en esta, contra los enormes armamentos militares, contra las consecuencias de la pobreza energética y de los altos precios, contra el intento de cargar sobre las espaldas de los trabajadores el coste de la guerra, de las sanciones de ambas partes, del apoyo multilateral del capital, son un respiro de esperanza y optimismo.

Los oficiales del sistema se preocupan ante la posibilidad de que la ira del pueblo adquiera un contenido y una orientación radical. Las dificultades a las que se enfrentan cada vez más gobiernos -de centroderecha, centroizquierda, liberales, socialdemócratas, etc- demuestran que las contradicciones se están intensificando, que no todo es inmóvil, que al fin y al cabo no son todopoderosos. Al contrario, se pueden crear posibilidades para sacudir el poder del capital siempre y cuando el pueblo confíe en su fuerza, aproveche las dificultades y no respalde parches temporales para que el sistema bárbaro tome otro respiro.

El debate en Grecia también con respecto a la llamada estabilidad política -independientemente de cómo se entienda y la persiga cada partido burgués- tiene como objetivo principal la implementación ininterrumpida de la política antipopular. Es la otra cara de las medidas de represión y del autoritarismo para la manipulación del pueblo. Es “estabilidad” para el capital, e “inestabilidad” e inseguridad para el pueblo.

A pesar de las contradicciones agudas y los altos tonos, tanto el gobierno de la ND como SYRIZA, PASOK/KINAL, y los demás partidos coinciden en el objetivo de la “estabilidad” en nombre del capital y compiten sobre quién puede garantizarla mejor. Hablan de la necesidad de “asegurar la cohesión social” y de “evitar  tensiones”.

La ND sirve a este objetivo a través del logro de la mayoría gubernamental y su determinación ante el pueblo, SYRIZA a través de su receta conocida y fallida de los llamados “gobiernos democráticos” que -dondequiera surgen- siguen el mismo camino que conduce a la carestía, la pobreza, el peligro de guerra. El PASOK/KINAL es respaldado por centros del establecimiento económico y político como un “comodín” para futuras soluciones gubernamentales antipopulares.

Sin embargo, el programa del gobierno actual o del siguiente -sea cual sea su nombre, sea cual sea su composición- ya se conoce.

‣ Es el programa que continuará la política de conversión de la Energía en una mercancía cara en el marco del llamado mercado “liberalizado”. Continuará implementando la estrategia de la llamada transición verde y de la “liberalización de la Energía”, que es la principal causa de la pobreza energética que se había manifestado incluso antes del estallido de la guerra. Después de todo, son los gobiernos de la ND y de SYRIZA los que cerraron y restaron importancia a las unidades de producción nacionales como las de lignito. Introdujeron el comercio de derechos de emisión, la Bolsa de Energía, las tasas “verdes” y las cláusulas de ajuste en las facturas de energía. El pueblo paga y seguirá pagando una combinación energética muy cara basada en el gas natural importado y el gas natural licuado (GNL) estadounidense aún más caro.

‣ Es el programa que mantiene los altos precios que es consecuencia de las sanciones contra Rusia, pero también resultado de la llamada política de extraversión que configura los precios en productos domésticos en base al mercado internacional, la llamada política “expansionista”. Todo ello se ha añadido al ingreso obrero-popular ya reducido a causa de la política de los memorandos que se enriquece constantemente con nuevas leyes antiobreras.

‣ Es el programa que implementará los compromisos de la UE y del Fondo de Recuperación. Las celebraciones para la “salida de la vigilancia reforzada” que supuestamente señala el fin de la época del memorándum, son todas una burla. No solo porque la carga insoportable sobre el pueblo griego en la última década se mantiene intacto, sino además porque la llamada “normalidad de la UE” va acompañada de compromisos y mecanismos de control permanentes. Además, existen los requisitos previos del Fondo de Recuperación, que es el nuevo “supermemorandum” a expensas de los pueblos de Europa, y, además, las “condiciones especiales” que trae la guerra y la crisis que se avecina, con los pueblos como víctimas.

‣ Es el programa que implementará los compromisos del Estado griego ante la OTAN y la UE, así como los acuerdos militares con la OTAN, Francia etc. Estos compromisos sirven los intereses del capital griego que, con el papel del “abanderado” en planes militares peligrosos, busca mejorar su posición geopolítica y económica. Son compromisos que convierten el territorio griego en una cabeza de puente de EE.UU y de la OTAN, así como en objetivo de represalias, si el conflicto imperialista se generaliza. Estos compromisos clasifican a Grecia como “campeona” en los gastos militares para las necesidades de la OTAN, mientras que el pueblo paga la factura. En el marco de estos compromisos, no solo no se protegen los derechos soberanos del país ante la agresión del Estado turco, sino que al contrario se socavan. La OTAN y la UE están allanando el camino que puede conducir a una confrontación greco-turca y a un compromiso doloroso para los derechos soberanos con el sello euroatlántico.

Esta base estratégica común prepara el camino sobre el que se desarrollarán diversos escenarios de gobiernos de “cooperación”, de “consenso nacional”, e incluso de una “gran coalición” con la participación de tecnócratas, si esto es necesario para la estabilidad del sistema.

Los falsos dilemas que se utilizan durante el período pre-electoral tienen como objetivo único ocultar esta realidad y montar nuevas trampas y chantajes al pueblo.

La ND está aterrorizando al pueblo con “monstruosidades políticas” gubernamentales (NdT: según la caracterización que empleó el primer ministro, K,Mitsotakis, con respecto a la propuesta de SYRIZA sobre un gobierno de coalición) que supuestamente quiere evitar. SYRIZA utiliza de nuevo el argumento de los gobiernos supuestamente “progresistas” y “democráticos”, que restablecerán la “normalidad de la UE” que supuestamente se ve perturbada por el gobierno de Mitsotakis.

El KKE no tiene nada que ver con sus juegos políticos, como ya lo ha demostrado durante todos estos años con su oposición combativa a todos los gobiernos burgueses antipopulares como quiera que se autodefinan. Además, el pueblo ha acumulado una rica experiencia que demuestra que en el marco de la vía de desarrollo capitalista, no puede haber una gestión “justa”, “progresista” y “democrática”.

Por eso, el KKE no mostrará tolerancia a un gobierno que gestiona la barbarie capitalista cualquiera que sea el nombre que utiliza. Porque ninguna propuesta  de gestión burguesa puede eliminar las leyes científicas de la economía capitalista, curar las crisis del “gran paciente” y dar una “salida” a los impasses del propio capitalismo. Cualquier cosa que funciona como “medicamento” en una fase, resulta ser un “veneno” para la siguiente.

La “transición verde justa” y el “Fondo de Recuperación justo” son un mito. Es un mito que la “empresa estatal de electricidad” en el marco del mercado liberalizado de Energía puede jugar un papel favorable al pueblo. Es un mito que la OTAN está “a favor de la paz” y que las bases de EE.UU y de la OTAN están “a favor de la paz”. Es un mito el “marco institucional democrático” para la represión y las Interceptaciones telefónicas.

La implementación de políticas antipopulares y antiobreras por parte de los llamados gobiernos democráticos y progresistas, y la lógica del “mal menor”, han demostrado ser abono para las fuerzas reaccionarias de la ultraderecha, como ha quedado claro en los recientes resultados electorales en Italia y otros países.

4. En los tiempos aún más duros que están por venir, en el invierno duro de los altos precios, la pobreza, la miseria y la guerra, nuestro ”escudo” es la organización del contraataque obrero-popular  y la lucha junto con el KKE.

El pueblo tiene una experiencia muy rica y debe dar la espalda a “escenarios” y “negociaciones” para la formación de gobiernos burgueses formados con los conocidos materiales desgastados que nos han traído hasta aquí.

Resulta que los grandes problemas de nuestra época no se pueden afrontar de  la misma manera que siempre, con los ojos fijados al pasado, con opciones probadas en el nombre del “mal menor” que conducen a nuevas concesiones y decepciones.

No hay “salvadores” para el pueblo. Siempre que el pueblo ha puesto sus esperanzas en la expectativa de “soluciones” desde arriba, en la alternancia gubernamental probada y sin salida y los escenarios que está elaborando la clase dirigente, ha salido perdiendo. Al contrario, siempre que el pueblo ha ganado algo, lo ha conseguido basándose en sus propias fuerzas, en su organización y lucha, con el KKE siempre al frente. El pueblo ha conseguido algo cuando tomó iniciativas en base a sus propias necesidades.

El pueblo puede escribir esta historia, convertirse en protagonista de los acontecimientos con su propia lucha, con el fortalecimiento del movimiento obrero, de los movimientos de los trabajadores autónomos, los científicos y los campesinos, los jóvenes y las mujeres de las capas populares.

  • Poner un obstáculo a los planes que le piden pagar una vez más para “rescatar” el sistema.
  • No comprometerse con los subsidios, supuestamente para confrontar los altos precios en la electricidad y otros, que desaparecen justo al entrar en la cartera familiar. Se trata de dinero que los propios trabajadores están llamados a pagar, como contribuyentes, y reproduce las causas de la carestía, subvencionando en última instancia solo las ganancias de los grupos de Energía y de otras industrias.
  • Exigir medidas de alivio sustanciales y eficaces en base a las propuestas presentadas por el KKE y las demandas que ha formulado el movimiento obrero con orientación de clase, cientos de sindicatos, Centros Laborales y Federaciones.

Las luchas de este período en varios centros de trabajo y sectores, en COSCO, “e-food”, LARKO, los trabajadores en la construcción, en los astilleros, en la industria de Fertilizantes en Kavala, y otros lugares, han demostrado qué pueden lograr los trabajadores si dan la espalda a las lógicas de esperar a “salvadores gubernamentales”, si creen en su fuerza y confían en su propia lucha.

Pensemos qué podría suceder si estos ejemplos se multiplicaran, si se multiplicaran los focos de resistencia y lucha, si aumentara la participación de los trabajadores en los sindicatos y otras organizaciones de masas, si se reforzara la alianza social de trabajadores, autónomos, campesinos, si se formara un gran movimiento popular fuerte que abriera el camino para una salida favorable al pueblo.

El KKE lucha por todo ello diariamente. Por esto se requiere un KKE muy fuerte, en todas partes, en todos los centros de trabajo, en ciudades, pueblos, en el Parlamento, en los municipios y la Administración Regional.

El KKE es el único partido que no tiene ningún compromiso con el capital, los grupos empresariales, las uniones imperialistas; lucha para que el pueblo levante la cabeza, y apoya sin vacilaciones las luchas obreras-populares.

Por eso no se dobla ante cualquier dificultad o intento de limitarlo y reprimirlo, nunca pierde su orientación de la organización de la reivindicación obrera-popular.

5. Nos dirigimos:

‣ A todas y todos con los que hemos luchado juntos por el reagrupamiento del movimiento obrero y de los demás movimientos, contra las leyes antipopulares de los gobiernos, la intimidación patronal, la actitud socavadora del sindicalismo patronal.

‣ A todos los que disputan y se oponen a la OTAN y la UE, los planes de guerra y las sanciones que al final los pagan los pueblos. La lucha junto al KKE es la postura más coherente contra estas opciones. El KKE ha advertido constantemente sobre ellas y ha organizado la resistencia.

‣ A las fuerzas obreras-populares que no tienen ninguna confianza en los partidos burgueses, que se enteran de la podredumbre del sistema capitalista, que en las encuestas sobre “¿quién de los aspirantes gobernantes actuales o futuros puede dar  respuesta a los problemas del pueblo?” responden “ninguno”.

‣ A los y las jóvenes que han vivido los mejores años de su vida en una continua “crisis”: Hace unos años había los memorandos, luego la pandemia, hoy los altos precios, la guerra, la inseguridad para el futuro.

Todo lo que estamos experimentando durante estos años destaca el hecho indiscutible de que en el marco del sistema capitalista y de esta política no se pueden resolver los problemas populares agudos que se están agravando constantemente.

El KKE puede liderar el contraαtaque popular porque tiene un programa que expresa los intereses de los trabajadores. Esto lo demuestra diariamente mediante la acción de sus fuerzas para parar las decisiones antipopulares y aliviar a los trabajadores. El KKE es hoy la verdadera oposición y abre el camino para una salida a favor del pueblo.

Es una lucha que aprovechará cualquier dificultad y “grieta” en el sistema político burgués, para que el pueblo libre su lucha desde mejores posiciones. La lucha del pueblo debe apuntar contra el verdadero enemigo, la dictadura del capital, puede ahondar aún más estas grietas y abrir el camino para su derrocamiento radical.

En este camino no estamos solos.

Hoy, en todo el mundo se manifiesta una resistencia prometedora, focos de lucha que revelan las posibilidades de un despertar obrero-popular.

Podemos

‣ Con el KKE fuerte, con un contraataque obrero-popular masivo, allanar el camino para el derrocamiento, para cambios radicales en la sociedad y la economía, para que el pueblo se convierta lo antes posible en dueño de su país y de su trabajo.

‣ Utilizar las posibilidades contemporáneas de la producción, la tecnología y la ciencia para la satisfacción de las necesidades obreras-populares. Un requisito previo es que la Energía, los alimentos, los bienes básicos no se produzcan como mercancías bajo el control de los grandes grupos empresariales, sino que se conviertan en propiedad social, que se desarrolle la planificación científica central con los trabajadores, el pueblo en el poder.

La organización socialista de la sociedad es lo realmente nuevo y contemporáneo en el siglo XXI que puede garantizar los intereses obreros-populares.

 

Por eso la acción conjunta con el KKE contribuye en la lucha para esta perspectiva.

El pueblo ya no aguanta y no mostrará ninguna tolerancia a la vía bárbara actual y sus diversos portavoces.

Lo creemos firmemente y lo decimos:

Podemos escribir nuestrα propia “historia”, poner fin a la barbarie actual, ¡para que surja la ESPERANZA!

¡Junto con el KKE por lo que es grande, hermoso, fascinante!

¡El socialismo es la respuesta en el siglo XXI!