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SOBRE LA GUERRA EN EL MEDIO ORIENTE

Artículo de la Sección de la RR.II del CC del KKE

En los últimos meses toda la humanidad ha sido un testigo de un ataque generalizado lanzado por la máquina político-militar del Estado israelí contra el pueblo de Palestina, centrado en la Franja de Gaza. La mayoría de los medios de comunicación burgueses que apoyan Israel, intentan en vano convencer a los pueblos de que todo comenzó el 7 de octubre de 2023, es decir cuando Hamás lanzó un ataque contra Israel, matando y capturando rehenes israelíes. La gran mayoría de los pueblos sabe que el Estado israelí, respaldado por EE.UU y los demás aliados euro-atlánticos, desde hace 70 años lleva ocupando territorios en los que, según las resoluciones de la ONU, se debería establecer el Estado de Palestina, oprimiendo al pueblo palestino.

El “apetito” insaciable del Estado burgués israelí contra los territorios palestinos comenzó con la división de la tierra palestina en 1947-1948, por decisión de la ONU, que estableció el Estado de Israel, allanando el camino para la ocupación gradual de territorio palestino. A partir de entonces, millones de palestinos habían sido expulsados de sus tierras. Se trata de un verdadero desarraigo y una apropiación planificada de tierras y de desplazamiento de población, de 6-7 millones de personas o incluso más, de sus hogares. Israel tomó el control de 774 ciudades y pueblos palestinos de los que 531 fueron destruidos completamente y el resto pasó bajo el control del Estado ocupante. Millones de personas que permanecieron en su tierra, tanto en Cisjordania, donde está la sede palestina, o en la Franja de Gaza, se encuentran viviendo en régimen de bloqueo, de grandes privaciones, discriminaciones, y humillación; en pocas palabras, en condición de apartheid. En las tierras palestinas ocupadas por Israel se han construido y siguen construyéndose asentamientos, que son herramientas de expansión y consolidación de la ocupación y opresión de todo el pueblo. De hecho, el 40% aproximadamente de Cisjordania, que también está dividida en 3 “zonas de seguridad” por las fuerzas de ocupación, ya está en manos de colonos, que se han multiplicado por 7 desde que se firmaron los Acuerdos de Oslo en 1993 hasta la fecha, y los colonos de 115.000 llegaron a ser 750.000. Israel durante todos los años ha ido ignorando los derechos del pueblo de Palestina y se ha opuesto a cualquier posibilidad de establecimiento de un Estado palestino a su lado, conforme a las resoluciones de la ONU. Cabe destacar la aparición de Netanyahu el año pasado en la Asamblea General de la ONU con el mapa futuro del “Nuevo Oriente Medio”, por supuesto, sin el Estado de Palestina. Además, todos los años, Israel ha estado aprobando medidas legislativas para establecerse como “Estado judío”, aplastando todos los derechos de millones de personas que viven allí y son de diversas nacionalidades, tienen diversas tradiciones religiosas y culturales. Está buscando su represión, exterminio y expulsión. No es casualidad que, incluso en nuestro país, las cifras muestran que el mayor número de personas perseguidas que llegan como inmigrantes, son de Palestina. Este desarrollo encuentra la reacción de los pueblos, así como de estados y potencias vecinas. La “maraña” de las contradicciones crece y el “fuego” de la guerra está amenazando a otros países. Ya se ven implicados Yemen (Hutíes), Irán, mientras se están recrudeciendo las hostilidades entre Israel y la Hezbolá libanesa, que ha provocado la muerte de cientos de personas en el Sur de Líbano (455 personas) e Israel (25 personas), así como el desplazamiento de 150 miles de israelíes del norte de Israel y decenas de miles de libaneses que viven en zonas próximas a las fronteras con Israel.[1] Cabe destacar que en los conflictos con Hezbolá se ha denunciado el uso “generalizado” por el ejército israelí de munición prohibida de fósforo blanco en al menos en zonas en el Sur de Líbano desde octubre de 2023, incluso en regiones densamente pobladas.

Para poder tener la evaluación más completa sobre la situación y los peligros que impregna para los pueblos, habrá que investigar desarrollos básicos en la región a través del prisma de los procesos contemporáneos a nivel mundial y regional, ya que estos tienen un efecto catalizador en la región y, como demuestra el ataque de Israel contra el edificio diplomático iraní en Damasco, Siria, y la respuesta posterior de Irán, pueden generalizar el conflicto bélico.

Además, es necesario centrar en ciertos argumentos burgueses y oportunistas que tienen que ver con esta guerra y a los que el KKE se opone desde posiciones de principios, así como pensar en los desarrollos posibles y el riesgo de difusión del conflicto militar y la fusión con el conflicto imperialista en Ucrania.

 

LOS OBJETIVOS DE ISRAEL Y EL MARCO REGIONAL E INTERNACIONAL EN EL QUE SE DESARROLLA EL CONFLICTO

Un factor principal de la guerra en el Oriente Medio es el Estado ocupante de Israel. Israel apunta a la cancelación de la solución de los dos Estados y no duda en promover el genocidio del pueblo de Palestina, e incluso el desplazamiento al desierto de los sobrevivientes de la masacre israelí.

La burguesía de Israel considera que tiene la fuerza política, militar y económica para imponer dicho plan, que la convertirá en potencia principal en toda la región del Mediterráneo Oriental y del Oriente Medio, a través de la “zanahoria” de los acuerdos económicos, como el de tipo “Abraham”, o a través del látigo de la agresividad militar, la invasión y ocupación de territorios extranjeros y el debilitamiento militar de otros regímenes burgueses rivales de la región como p.ej. Irán.

Israel considera que lo que puede contribuir a la mejora del papel de su burguesía es tanto su posición geográfica como nodo de tránsito entre Asia y Europa, utilizando también la zona costera de la Franja de Gaza, que de cualquier modo debe ponerse bajo el control (o incluso ocupación) israelí, como también la explotación de los hidrocarburos en el Mediterráneo, incluyendo la ZEE, que debería pertenecer al Estado palestino. Aspectos de este plan de Israel así como el marco regional en que desarrolla éste se analizarán en detalle más abajo.

 

LA RIVALIDAD ENTRE EL BLOQUE EUROATLÁNTICO CONTRA EL BLOQUE EUROASIÁTICO EN CONSTRUCCIÓN

En los desarrollos en Palestina y en la región más amplia del Medio Oriente, del Mar Rojo y del Golfo Pérsico se ven influidos por la confrontación más general por la primacía en el sistema imperialista mundial entre EE.UU y China, así como entre el eje euroatlántico, en que predominan EE.UU y la Unión Europea, y el eje euroasiático bajo formación, liderado por China y Rusia.

El enfrentamiento ya ha dado lugar a la guerra imperialista en Ucrania, que ha entrado en su tercer año, mientras en ocasiones da lugar a confrontaciones sobre el futuro de Taiwán y el reparto de las ZEE en el Mar de la China Meridional (o del Mar de la China Oriental), y en otros lugares como en África (p.ej la región de Sajel), en el Ártico, etc. La adhesión de Irán en la Organización de Cooperación de Shangai en julio de 2023 no es un detalle ni un acontecimiento de menor importancia; tampoco lo es la ampliación de los BRICS en agosto del mismo año con seis nuevos países, 5 de los cuales están en la región más amplia del Oriente Medio (Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Arabia Saudí).

El enfrentamiento entre las dos partes se camufla con diferentes pretextos como la “lucha contra el terrorismo” y el “derecho a la autodefensa”, utilizada sin pudor por el Estado ocupante de Israel y sus aliados, o la formación de un “eje antiimperialista” que reclama un “mundo multipolar justo”, según afirma la otra parte del enfrentamiento. 

En realidad, la disputa tiene que ver con el enfrentamiento entre las dos partes por el acceso a los recursos energéticos y minerales de la región, puesto que se estima que el 49,5% de las reservas probadas de hidrocarburos (petróleo y gas natural) a nivel mundial están en la región del Medio Oriente[2], así como con el control de las rutas clave de transporte de mercancías que atraviesan la región y por las que pasa una parte significativa del comercio mundial de Asia, Europa y África del Norte. De la región del Mar Rojo pasa el 30% del transporte marítimo.[3] Potencias fuertes que exportan sus productos a Europa, como China e India, utilizan esta ruta marítima. Cabe destacar que el 80% de todas la exportaciones indias de productos hacia Europa se realizan a través del Mar Rojo, mientras que China depende del transporte marítimo para el 95% de sus exportaciones y tiene un gran interés económico en mantener abierta la salida al Mar Rojo.[4]

El acceso a estas reservas, el control de las rutas de transporte, afectan a las cuotas de mercado, el poder económico, político y militar de ambas partes, que están interesadas en promover los intereses de sus monopolios y tener apoyos geo-políticos en la región.

Al mismo tiempo, dentro de los dos bloques no cesan las contradicciones, las diferenciaciones de las clases burguesas de la dirección general, trazadas en condiciones de interdependencia desigual y en que la primera palabra la tienen las potencias principales. Cabe destacar las diferenciaciones en Turquía, un país miembro de la OTAN y vinculado a la Unión Europea, así como Irlanda, España y Suecia, que recientemente han reconocido conjuntamente al Estado de Palestina. Así se han añadido a los 145 países que han reconocido a Palestina, junto con Suecia (2014) y algunos otros Estados miembros actuales de la Unión Europea que, sin embargo, habían reconocido a Palestina en otro momento, poco antes del derrocamiento del socialismo en Europa del Este: Bulgaria (1988), Hungría (1988), Polonia (1988), Rumanía (1988).

Al mismo tiempo, a partir de 2019 comenzó un reordenamiento más general que se ha expresado en las relaciones entre los Emiratos Árabes Unidos, Irán, Arabia Saudí, Qatar, Kuweit, la reintegración de Siria en la Asociación Árabe etc. con la intervención decisivo de China.

Además, poderosas burguesías de la región como las de Turquía, Egipto, Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, etc están asumiendo un papel activo en el conflicto, ya sea como parte potencial de este (p.ej. Irán), o  desempeñando un papel intermediario. En cualquier caso, su objetivo es fortalecer su posición en la pirámide imperialista mundial y salir indemnes en caso de generalización del conflicto, incluso sacando beneficios de este.

 

LOS ACUERDOS DE ABRAHAM Y ARABIA SAUDÍ

En agosto de 2023 se había manifestado un acercamiento espectacular entre Israel y Arabia Saudí y todo señalaba que este país también iba a sumarse a los llamados “Acuerdos de Abraham”. Se trata de un plan de inspiración estadounidense-israelí en  base al cual una serie de países árabes reconocieron y establecieron relaciones con Israel. En 2020 eran Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos, y en 2021 Sudán. Antes de esto, Jordania y Egipto habían restablecido relaciones con Israel.

Los dirigentes palestinos evaluaron en 2020 que “la decisión de los Emiratos y de Bahrein rompe con la Iniciativa de Paz Árabe que fue adoptada por todos los Estados árabes en la cumbre de 2002. Dicha Iniciativa aspira instaurar una paz justa y general con la retirada de Israel de todos los territorios árabes, a cambio de la plena normalización de nuestras relaciones con él. Primero la retirada de los israelíes y luego la normalización de las relaciones”[5].

En la práctica, estos acuerdos, destinados a aumentar las actividades empresariales y la rentabilidad de los capitalistas de la región, refuerzan la posición política de Israel que además de los territorios palestinos ocupa territorios de Siria y Líbano, y además han facilitado a EE.UU en sus planes contra China e Irán. El gran perdedor ha sido el pueblo de Palestina, ya que en la práctica se fue imponiendo el abandono de las resoluciones de la ONU respecto a la creación del Estado palestino y se promovió la continuación de la ocupación israelí con la consiguiente opresión del pueblo de Palestina. La operación de genocidio contra el pueblo de Palestina, desatada por Israel, invocando al falso “derecho a la auto-defensa” tras el ataque de Hamás, causando la muerte de decenas de miles de civiles, entre ellos más de 15 mil niños pequeños, ha llevado grandes cambios en este plan preciso.

 

LA DISPUTA SOBRE LA ZEE DE PALESTINA

El territorio palestino anterior al 4 de junio de 1967, en que debería surgir el Estado palestino con Jerusalén Este como su capital, también incluye Cisjordania y la Franja de Gaza, una estrecha franja de tierra, de 365 kilómetros cuadrados donde está la ZEE de Palestina, puesto que la otra parte de los territorios palestinos, Cisjordania, no tiene acceso al Mediterráneo. A partir del momento que la Franja de Gaza, como parte integral del Estado palestino tiene acceso al Mediterráneo, debe tener ZEE, adyacente a las ZEE de Egipto, Israel y Chipre.

 

 

Por orden del presidente palestino Mahmud Abbás, Palestina se integró en el Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar el 1.2.2015. El 10.10.2019 el ministro de Asuntos Exteriores de Palestina, Riyad-al-Maliki, entregó al Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, una copia de las mapas y las coordenadas de las fronteras marítimas del Estado de Palestina, en base a las fronteras de 1967 y la resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Al-Maliki pidió a Guterres que entregara estos documentos a los Estados miembros de las Naciones Unidas, para ayudar a los palestinos en sus esfuerzos por demarcar las fronteras marítimas, particularmente en lo que respecta a la Zona Económica Exclusiva. Al-Maliki destacó entonces que dichos documentos ayudarían al Estado de Palestina a consolidar sus derechos en la Zona Económica Exclusiva en el Mediterráneo, destacando que los palestinos tienen derecho en explotar, invertir y explorar por gas natural y petróleo en dicha región.

Los yacimientos de gas natural de Gaza se descubrieron a finales de 1999 y los datos preliminares indicaban que contenía más de 1,1 billones de pies cúbicos de gas natural. La Autoridad Palestina entregó el derecho para la exploración y explotación de hidrocarburos a un consorcio formado por la empresa británica BP (obtenida luego por Shell que posteriormente se retiró), el Fondo Palestino de Inversiones y el grupo de intereses palestinos CCCG[6], con un contrato de 25 años.[7]

Es bien conocido que en años anteriores hubo planes para la explotación de sus yacimientos a través de una cooperación interestatal entre Israel y Egipto, según la cual una parte de los beneficios estarían destinados a la Autoridad Palestina. EE.UU todos los años ha ido respaldando la cooperación entre Egipto e Israel. Egipto es la mayor país productor de gas natural en el Mediterráneo Oriental y al mismo tiempo el mayor mercado de consumo de gas natural en la región, debido al rápido aumento de su población, que ha alcanzado uno 112 millones. Hoy existe el gasoducto submarino que se extiende desde la ciudad israelí Ashkelon hasta la ciudad Al-Iris en Egipto. El gas natural israelí se licua en Egipto para que sea exportado luego a los mercados europeos.

Está claro que Egipto fue interesado en la explotación de los yacimientos de Gaza que están adyacentes a su propia ZEE. Así que en febrero de 2021, el grupo egipcio EGAS firmó un memorándum de entendimiento con el consorcio de del gas natural con el fin de explotar el yacimiento “para cubrir las necesidades de los palestinos en gas natural, con la posibilidad de exportar parte de la producción a Egipto”[8].

Al mismo tiempo, con el inicio formal de la guerra imperialista en Ucrania y la dirección de la Unión Europea de desvincularse de la dependencia del gas natural ruso, se ha intensificado el intento de Israel del controlar y robar la riqueza energética de Palestina. Esto es porque la reacción de la Unión Europea condujo a una enorme reducción de las importaciones de gas natural de Rusia, no obstante, sin lograr el objetivo de la plena finalización de la independencia energética de Rusia, pero se aumentó la necesidad de la Unión Europea de importar gas natural de la región del Medio Oriente y, por supuesto, de EE.UU. A la luz del conflicto mundial sobre la energía, a mediados de junio de 2023, la oficina de Netanyahu destacó en su comunicado: “En el marco de los esfuerzos actuales entre Israel, Egipto y la Autoridad Palestina enfocando al desarrollo económico palestino, el mantenimiento de la estabilidad de la seguridad en la región, se ha decidido impulsar el desarrollo del yacimiento de gas natural frente a las costas de Gaza (...). Se formará un consejo interministerial israelí, bajo la dirección del Consejo de Seguridad Nacional, con el objetivo de mantener la seguridad y los intereses políticos del Estado de Israel en este asunto”.[9]

A finales de junio de 2023, el primer ministro palestino Mohamad Staye en una declaración oficial declaró: “El desarrollo del yacimiento “Gaza Marine” es factible tras más de 24 años de obstáculos israelíes que impedían su explotación. (...) Estamos trabajando junto con una empresa egipcia de desarrollo y con el Fondo de Inversiones Palestino. (...) Había obstáculos israelíes (...) y ahora se ha hecho posible desarrollar y explotar este yacimiento.”[10] Posteriormente, en verano se produjeron acciones por parte de Hamás que fueron interpretadas como preparación para la “batalla del gas natural”. Se realizó una visita diplomática en la región donde el jefe del Buró Político de Hamás, Ismail Haniyeh visitó Egipto e Irán, y además sus representante realizaron comunicaciones y visitas con Rusia y Turquía.[11]

En aquel momento, los analistas consideraban que Hamás examinaba diversas opciones para impedir el despojo de la riqueza energética de Palestina, inclusive una confrontación militar que entonces se consideraba poco probable.[12] Está claro que hoy, cuando Israel está preparando incluso el desplazamiento total de los palestinos de la Franja de Gaza hacia el desierto o a otros países “dispuestos”, le está abriendo el apetito de la burguesía de Israel para la explotación exclusiva de esta riqueza.

 

LA REGIÓN ESTÁ EN CONFLICTO POR LAS RUTAS COMERCIALES Y ENERGÉTICAS

Toda la región es un hub comercial, como destacamos antes. Esto no significa que hayan dejado de diseñar en las mapas nuevas rutas comerciales vinculadas a intereses antagónicos y grandes planes de inversiones capitalistas.

 

Tal es el llamado “Corredor indio” comercial que pasa por el puerto Jebel Alí en los Emiratos Árabes Unidos y de ahí habrá una conexión ferroviaria que pasará por Arabia Saudí, Jordania e Israel y llegará al puerto de Haifa y continuará hasta el puerto del Pireo así como a puertos italianos y franceses. La idea inicial fue la expansión de la red ferroviaria actual que conecta los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Ammán. Esta ruta comercial les costaría a los monopolios menos que la ruta a través del canal de Suez. El plan de EE.UU (que favorecen esta ruta) que se planteó abiertamente en la Cumbre de los G20 en 2023 en Nuevo Delhi, es desacreditar la ruta comercial china “Un cinturón, una ruta”, o sea, “La Ruta de la Seda”.[13]

 

Un verdadero “proyecto faraónico” es la construcción de un canal alternativo al de Suez que actualmente existe y es controlado por Egipto. El nuevo canal pasaría por Israel y tendría el nombre de su primer primer ministro, Ben Gurión. La concepción original del canal data del 1963 como se menciona en el libro El nuevo Oriente Medio del ex primer ministro israelí Simón Peres, que fue publicado a finales de los años noventa. Hablaba de la apertura de un canal de 250 kilómetros a través del desierto Neguev con 520 explosiones nucleares subterráneas, que conectaría el Golfo de Aqaba en el Mar Rojo (el puerto israelí de Eilat) con el Mar Mediterráneo (el puerto israelí Ashkelón, a 12 kilómetros al note de la Franja de Gaza).

La versión más reciente del plan ha rechazado el uso de explosiones nucleares para la apertura del canal y habla de 300 mil ingenieros y obreros que trabajarán durante 5 años para abrir un canal de 200 metros de ancho y 50 metros de profundidad que será de doble sentido y por donde pasarán barcos más grandes que los que ahora cruzan el Canal de Suez. Puede resultar unos 100 kilómetros más largo que el Canal de Suez y el coste de construcción se estima  entre 16 y 55 mil millones de dólares, pero será muy rentable, con un beneficio neto de unos 6 mil millones de dólares (o quizás más) al año.

No son pocos los que vinculan este proyecto de construcción con el plan de desplazamiento de los palestinos de la Franja de Gaza con el argumento de la “seguridad” y de preservación de las inversiones, así como utilización de esta parte costera para los fines de transporte de estos planes empresariales del nuevo canal.[14]

Huelga decir que hay fuerzas poderosas interesadas en el fracaso de los planes mencionados, sobre todo las que se verán perjudicadas por su construcción, y tales son los grupos empresariales y las clases burguesas de muchos otros países (China, Egipto, Irán, Turquía, etc.), que no están involucradas y no se beneficiarán de ellos. Además, la apertura de un nuevo canal debería garantizar el control de todo el Mar Rojo por Israel y EE.UU p.ej. de las islas Tirán y Sanafir, que habían sido cedidas por Egipto a Arabia Saudí y están situadas a la entrada del Golfo de Aqaba y que fueron ocupadas por Israel tanto en 1956 (crisis de Suez), como en el período 1967-1982. Además, debería controlar la entrada al Mar Rojo, los Estrechos de Bab-el-Mandeb o como se denominan “Las Puertas de las Lágrimas”. Se trata pues de un plan que implica la agresión de Israel y de sus aliados en la región del Medio Oriente. Cabe recordar que en la región (en Yibutí) aparte de EE.UU, hay bases militares chinas y rusas que junto con Irán han realizado recientemente ejercicios militares en el Golfo Pérsico.

Además, están en curso otros planes que tienen que ver con tubos de gas natural, como es el gasoducto del Mediterráneo Oriental (EastMed). Por supuesto, existen también planes antagónicos como el envío de gas a Egipto o a Chipre para ser licuado y a continuación su transporte con barcos a los mercados. Además, unos días antes del ataque de Hamás contra Israel, el presidente de Turquía Tayip Erdogán, en una reunión privada en Nueva York con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, al margen de la 78a Asamblea General de la ONU, reiteró la propuesta de construcción de un gasoducto submarino que para transportar el gas natural israelí a las costas turcas y a continuación al mercado europeo.[15] Sin embargo, tal plan, a causa de la aspiración de la burguesía turca de presentarse como “protector” del pueblo de Palestina, parece imposible en este momento.

También, se promueve la interconexión eléctrica de doble sentido entre Israel y Europa.

 

En cualquier caso, cabe destacar que estos u otros planes comerciales y energéticos están destinados exclusivamente a servir los intereses de los monopolios y no tienen nada que ver con la satisfacción de las necesidades contemporáneas del pueblo. Además, entrañan grandes peligros para los pueblos, puesto que las ganancias del capital están en oposición con la protección del medio ambiente y la seguridad de los pueblos, y, como se desprende de los acontecimientos, incluyen el “germen” de los feroces antagonismos y confrontaciones militares que están ensangrentando a los pueblos por los intereses de los monopolios.

 

EL ACERCAMIENTO DE LA INDIA Y SU PAPEL

Cabe destacar el papel de la India en los acontecimientos y en la clara intención tanto del eje euro-atlántico, como del eje euroasiático en formación, de promover sus planes. India, el mayor país de nuestro planeta en términos de población (1,41 mil millones), está entre las economías capitalistas más fuertes y de más rápido desarrollo (en el 3er lugar, con un 7,5% en el PIB mundial) y es la cuarta potencia mundial en términos de fuerza militar.

EE.UU buscan firmemente forjar una cooperación político-militar con India y, en este sentido, han creado la Quad (EE.UU, India, Japón, Australia), donde se plantea abiertamente la cuestión de frenar el aumento de la influencia china en la región del Indo-Pacífico (océanos Índico y Pacífico).

 

 

Por otra parte, la India, a pesar del antagonismo con China y las continuas disputas fronterizas en Himalaya, participa junto con China en una serie de asociaciones interestatales como son los BRICS (Brazil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y la Organización de Cooperación de Shangai, y es uno de los mayores compradores de armas rusas, así como unos de los principales “canales” de los capitalistas rusos con el resto del mundo, tras el “aluvión” de sanciones euroatlánticas tras la invasión rusa del territorio ucraniano.

Es por eso que el trazado de la llamada “ruta india”, a la que se hizo referencia anteriormente, está vinculada a los planes más amplios del bloque euroatlántico en la confrontación con China, en la batalla por las cuotas de mercados en el Oriente Medio y en Europa. Este camino está vinculado a la planificación estratégica de EE.UU para atraer a India a su alianza y, por otro lado, reducir las cuotas chinas en los mercados de Europa. Para EE.UU es una “doble batalla”, tanto por India como por Europa.

En base a lo anterior, no es casualidad que las relaciones político-militares de Israel con la India que empezaron el 1992, se estén desarrollando significativamente, sobre todo en el intercambio de conocimientos técnicos militares y de sistemas de armamento en el sector de los sistemas anti-misiles y de aviones no tripulados.

Por supuesto, la otra parte, la del bloque euroasiático en proceso de formación, también está desarrollando relaciones similares y está proporcionando rutas alternativas para el envío de mercancías producidas en la India hacia los mercados de Europa, ya sea a través de la ruta ”Norte-Sur” que pasa por Irán, el Caspio, Rusia y de ahí a los mercados europeos, ya sea a través de la Ruta Marítima Septentrional y el uso de Vladivostok o, incluso, a través de un corredor comercial a través de Irak y Turquía.

 

UNA GUERRA-SALIDA PARA LOS CAPITALES “ESTANCADOS”

Hoy el problema de sobre-acumulación de capital que ya no puede lograr una rentabilidad satisfactoria, ha alcanzado proporciones explosivas. Los gobiernos burgueses buscan crear salidas para mitigar el fenómeno, por un lado con la transición “verde” (el infame “New Deal” verde), y por otro lado con las intervenciones y guerras imperialistas. Por tanto, la transición “verde” crea nuevas oportunidades para grandes inversiones capitalistas (p.ej los grandes parques eólicos) y al mismo tiempo ayuda a la destrucción controlada, a la devaluación de una parte del capital existente (p.ej el cierre de las plantas eléctricas de lignito). Del mismo modo, la guerra imperialista es beneficiosa para la rentabilidad capitalista. Tanto la destrucción militar de infraestructura de Ucrania, como también la cancelación “pacífica” del funcionamiento del gasoducto ruso-alemán “Nord Stream II” para el capital se traduce en un campo para nuevas inversiones rentables. Ya Draghi y otros altos funcionarios hablan de la necesidad de un nuevo plan Marshall que podría superar un billón de euros, para la reconstrucción de Ucrania”.[16]

Queda claro que “la transición verde, como palanca central para aliviar la sobre-acumulación, parece que no es suficiente para hacer frente al problema”.[17]

Si abordamos la cuestión para qué sirve la guerra, veremos que esto tiene al menos dos aspectos: a) el aumento de los gastos de guerra, donde se invierten capitales sobre-acumulados para generar grandes ganancias para los capitalistas, b) la reconstrucción de las ciudades e infraestructuras destrozadas por las guerras, de nuevo en beneficio de la rentabilidad de grandes grupos de construcciones. Un informe del Instituto Internacional de Investigación por la Paz con sede en Estocolmo (SIPRI) aborda el primer aspecto y estima que los gastos militares han realizado un nuevo récord mundial y en términos reales, neto de inflación, se aumentaron por 6,8% en 2023, alcanzado los 2,44 billones de dólares, frente a los 2,24 billones en 2022, sobre todo a causa de la guerra en Ucrania.[18]

Al mismo tiempo, no debemos dejar de mencionar que “el sector de la industria bélica ha sido históricamente, y sigue siendo hoy en día, un importante pilar para aplacar la crisis de sobre-acumulación, puesto que consiste en una gran reserva de gasto estatal que puede estabilizar la rentabilidad del capital en varios sectores. Sin embargo, cabe señalar que para aplacar la sobre-acumulación a través de gastos estatales en armamento aumenta la necesidad de utilización de armas, porque de lo contrario no hay “destrucción de capital”.[19]

Al examinar las cifras de la guerra en Ucrania se ve que hablan de destrucción de decenas de miles de vehículos blindados o no, aviones, helicópteros y buques de guerra, mientras que se han utilizado toneladas de munición y armas. Además, a principios de febrero de 2024 analistas militares estimaban que en Gaza se habían destrozado 1.108 vehículos blindados israelíes, lo cual equivale a la destrucción de tres divisiones de vehículos blindados.[20] Además, los gastos de llevar a cabo la guerra están más allá de lo imaginable, considerando por ejemplo que solo la interceptación del ataque aéreo iraní como respuesta al asesinato de oficiales iranies por el bombardeo de un edificio diplomático por los israelíes en Damasco de Siria, le costó a Israel en una noche 1,35 mil millones de dólares.[21]

Por tanto no es casualidad que la empresa israelí  Israel Aerospace Industries (IAI), que se considera una empresa líder en sistemas de defensa aérea para el mar y la tierra y para aviones no tripulados, que el año pasado compró en nuestro país el 90,9% de Intracom Defense (IDE)[22], y tuvo un aumento de 49% de sus ganancias en 2023.[23] 

Por otro lado, el segundo aspecto de la rentabilidad del capital que deriva de las guerras, la de la restauración de la infraestructura, de la “reconstrucción”, es una salida muy rentable. Cabe destacar que en los 2,5 años de guerra en Ucrania se estima que se han destruido según estimaciones conservadoras al menos 106 hospitales y clínicas, 109 lugares religiosos (iglesias, templos, mezquitas, monasterios), 708 institutos de educación (escuelas, colegios y universidades), así como 210 mil edificios.[24]

La devastación de la Franja de Gaza en tan solo 9 meses es también aplastante. El Centro de Satélites de las Naciones Unidas, UNOSAT informó, según el análisis de las imágenes recogidas el 3 de mayo de 2024, de que el 55% de los edificios en Gaza (en un total de 137.297 que en su mayoría son residenciales) han sido parcial o totalmente destruidas.[25] Según fuentes de los medios de comunicación se han destruido: 427 edificios educativos, 248 hospitales e instalaciones sanitarias, 804 mezquitas, 3 iglesias, 206 sitios arqueológicos.[26] Tomen en cuenta que la guerra en Ucrania está en curso el triple en tiempo y a lo largo de mil kilómetros, mientras que el “frente” de Gaza es solo de 40 kilómetros. En resumen, la restauración de zonas en las que se están librando guerras como la en el Este de Ucrania o en la Franja de Gaza, se estima a varios mil millones de euros y es otra forma de aumentar la rentabilidad de las empresas de construcción.

 

LA POSTURA DEL GOBIERNO GRIEGO

El gobierno de la ND afirma, al igual que el gobierno anterior -de SYRIZA-, que Grecia supuestamente ejerce una “política multidimensional” y es un “pilar de estabilildad”. Sin embargo, en la práctica, nuestro país se convierte en bisagra del imperialismo de EE.UU y de la OTAN entre dos focos de guerra, con el gobierno de la ND aportando el “combustible” en el fuego de las guerras. Esta es la tarea que cumplen las bases militares de EE.UU, el envío de municiones y de sistemas de armas, la participación de las Fuerzas Armadas griegas en los planes de los imperialistas de la Unión Europea y de la OTAN.

En lo que concierne los acontecimientos en el Oriente Medio, el gobierno de Mitsotakis, siguiendo los pasos de los gobiernos anteriores a lo largo de los años, promueve la idea falsa de que al lado de EE.UU, la OTAN y la Unión Europea está Israel, como un “actor internacional” importante, capaz y eficiente para proteger los derechos soberanos de Grecia, siempre y cuando le demos “espacio vital” y lo  vinculemos más a nuestros intereses económicos. Tales son la cooperación militar con Israel, los ejercicios militares conjuntos, y, por otro lado, los planes empresariales mencionados anteriormente, como son los planes del tubo de gas natural de Israel hacia Europa, la conexión eléctrica entre Israel, Chipre, Grecia, la ruta comercial  “Bombai-Pireo”.

Es profundamente engañosa y peligrosa la percepción cultivada por círculos nacionalistas y otros burgueses, de que el apoyo a Israel de parte de los gobiernos griegos se hace como contrapeso a la agresividad de Turquía, para que la máquina militar de Israel apoye nuestro país en caso de confrontación militar. Se trata de un argumento que fue desmentido por el anterior embajador de Israel poco antes de su partido quien afirmó que “ningún país debe confiar su seguridad a otros”.[27]

Igualmente infundada es la percepción de que los gobiernos griegos son peones involuntarios de EE.UU y de Israel y se niegan a negociar utilizando como contrapeso a los países árabes.  Este planteamiento es infundado no solo porque los gobiernos griegos buscan desarrollar relaciones con los países árabes como Egipto, Arabia Saudí, Árabes Emiratos Unidos etc, sino también porque se oculta que el apoyo a Israel está vinculado con los grandes intereses de la burguesía y de sus aliados. Son razones profundamente clasistas.

Observamos que la causa justa de un pueblo, el pueblo palestino, que lo quieren aplastar, es una “espina clavada” a esos planes empresariales que buscan aumentar su rentabilidad. Y dado que el gobierno y sus aliados invocan a los “intereses nacionales” en lo que concierne el apoyo a Israel, debemos subrayar explícitamente que ningún “interés nacional” de Grecia o de otro país no justifica la matanza de 15 mil niños y otras tantas personas mayores y mujeres.

El “interés nacional” al que se refiere el gobierno, está identificado con los intereses y las ganancias de los explotadores de nuestro pueblo. La mejora del papel de los monopolios griegos está detrás de la participación en la masacre israelí de los palestinos, en la guerra imperialista en Ucrania entre EE.UU, la OTAN, la Unión Europea y la Rusia capitalista, en la participación de buques de guerra en las misiones de la OTAN, la disposición de bases”.[28]

 

LA IMPLICACIÓN MILITAR DE GRECIA EN LA GUERRA

La burguesía de Grecia, expresando su propia agresividad para fortalecer su posición en el sistema imperialista mundial, participando activamente en el plan bélico del bloque euro-atlántico en la región. Así que el cuartel general operativo de la operación naval “Aspides”, que actualmente está en curso, tiene su base en Lárisa y está bajo mando griego. En esta operación participa también la fragata “Psará”. La operación europea coopera estrechamente con EUNAVFOR “Atlanta” - operación europea relativa a la seguridad marítima en el Océano Occidental y el Mar Rojo- en la que también habían participado buques de guerra griegos en el pasado, mientras que se coordina también con la operación “Prosperity Guardian”, dirigida por Estados Unidos. En dicha operación concreta, que durará doce meses, participan Grecia, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, España y Dinamarca.

Además, Grecia participa con una fragata también en la fuerza “UNIFIL” que está navegando al mar de Líbano para supervisar el embargo de armas impuesto sobre la organización político-militar libanesa Hezbolá.

A partir de 2021, Grecia participa en la iniciativa internacional “Integrated Air Missile Defense (IAMD) Concept” para la protección de infraestructura crítica de Arabia Saudí frente a ataques con misiles y drones. Una batería de misiles guiados Patriot con su personal, conocida como “Fuerza Griega de Arabia Saudí” ha sido desplegada en un lugar estratégico en la región de Riad, para servir como paraguas antiaéreo a las instalaciones de le petrolera estatal ARAMCO.

Su presencia allí implica a su vez a Grecia en la guerra del Oriente Medio y es significativo que, según informes, la griega batería Patriot se puso en alerta la noche del 13 de abril, cuando tuvo lugar el ataque de Irán contra Israel. Al parecer, el radar del sistema griego estaba siguiendo la trayectoria de misiles y drones que pasaban por encima o cerca del territorio de Arabia Saudí dirigidos contra Israel, transmitiendo información a los centros de operaciones de EE.UU y de Gran Bretaña, que fueron activados para la defensa de Israel.[29]

 

EL DEBATE IDEOLÓGICO DEL KKE CONTRA ARGUMENTOS Y CORRIENTES BURGUESES Y OPORTUNISTAS SOBRE EL “TERRORISMO”

El gobierno de la ND para justificar su implicación en la guerra y los acontecimientos en el Oriente Medio al lado de Israel y sus aliados, junto con SYRIZA, PASOK y las formaciones nacionalistas, está denigrando la lucha de un pueblo calificándolo como “terrorismo” y además busca justificar su masacre en el nombre de la “autodefensa de Israel”. Ha llegado incluso al punto de abstenerse de la votación de la resolución de la ONU que pedía un alto el fuego inmediato y una tregua humanitaria en Gaza, que fue votada por 120 estados. Además, pide desafiadamente a todos, inclusive el KKE, que “condenen el terrorismo”.

El KKE sabe muy bien que desde hace varias décadas la cuestión del llamado “terrorismo” se utiliza por las clases burguesas y las potencias imperialistas para sus planes antipopulares y para la justificación de las intervenciones y las guerras imperialistas. El “terrorismo” se ha convertido en un concepto de uso flexible. En la Unión Europea se promueve la llamada “legislación de la Unión Europea contra el terrorismo” que se dirige contra las luchas de los trabajadores, los campesinos y los jóvenes. Por lo tanto, una movilización de masas, la ocupación de centro de trabajo o de un lugar público, de una calle, se puede calificar de “acto terrorista” y la respectiva disposición legislativa se puede aplicar  en casos de persecuciones contra obreros, campesinos y estudiantes que luchan. Al respecto, la confrontación del “acto terrorista” y de la “radicalización” es una base de justificación para que se tomen medidas de vigilancia preventiva y de represión de masas, también en el interior de edificios, p.ej en “situaciones de emergencia”, con un continuo endurecimiento, entre otros, del arsenal legislativo represivo.

Respectivamente, el concepto del “terrorismo” se utiliza a nivel internacional para servir a los objetivos de las clases burguesas. Así, por ejemplo, el llamado “Ejército Sirio Libre” que es responsable de varios crímenes en Siria no es una “organización terrorista” para EE.UU y sus aliados, mientras que Hamás sí es considerada como tal. Ejemplos respectivos, según lo que conviene a las clases burguesas en todo el mundo, se pueden ver también en otras organizaciones político-militares armadas como los talibanes o los Kurdos de Siria, etc.

Además, la clase burguesa mezcla en su propaganda organizaciones como Al Qaeda y los talibanes -que fueron creadas, apoyadas y armadas por los imperialistas para sus fines antes de perder el control-, con fuerzas como Hamás que se convirtió en primera fuerza en las elecciones de 2006 en la Franja de Gaza, lo cual demuestra que esta fuerza burguesa, por diversas razones que tienen que ver con la propia violencia de la ocupación israelí y la debilidad de acción de otras fuerzas políticas en la Franja de Gaza, ha sido apoyada por fuerzas populares que luchan por la liberación de Palestina.

El KKE tiene puntos de vista ideológicos, políticos y filosóficos opuestos en relación con esta organización político-militar, pero no permitirá que impregne la conciencia del pueblo que el bombardeo de Gaza, los asesinatos de miles de niños se hacen supuestamente para “aplastar el terrorismo”, para justificar la larga ocupación, cuando una tras otra las pruebas ponen de relieve los verdaderos objetivos criminales de Israel contra el pueblo de Palestina.

Además, no damos ningún crédito a las pruebas fabricadas por las autoridades israelíes sobre las “atrocidades de Hamás” y ya gran parte de estas noticias fabricadas han sido desmentidas después de unos días, incluso las presentaciones de pruebas por periodistas griegos en actos públicos. Pero tomamos en cuenta una cosa más. La prolongada ocupación israelí, la opresión, el apartheid, en efecto, pueden provocar una gran ira, represalias y acciones extremas. La guerra en sí, que está en curso desde hace siete décadas contra el pueblo de Palestina, es una atrocidad en la que cientos de miles de palestinos han sido asesinados y torturados, y la cuestión crucial es que los trabajadores enfoquen en las causas y el carácter de la guerra, en las consecuencias trágicas de la duradera ocupación israelí, en la masacre contra el pueblo palestino que lucha y tiene el derecho de luchar por su liberación por todos los medios, incluido el levantamiento y la lucha armada contra el invasor ocupante.

 

SOBRE EL LLAMADO “CHOQUE DE CIVILIZACIONES”

Hay quienes “reciclan” la teoría desorientadora del “choque de religiones” o dicho de otro modo del “choque de civilizaciones”[30] según la cual todo lo anterior se debe al conflicto entre la civilización judía o incluso la civilización judio-cristiana y la civilización musulmana. No hay nada más absurdo ya que este enfoque elimina las verdaderas contradicciones clasistas, la lucha de clases, que es la verdadera fuerza motriz de la Historia. Sin embargo, este enfoque es bastante conveniente para las clases burguesas para la asimilación de los pueblos en el sistema. Así vemos actualmente, y según las prioridades de cada clase burguesa, que el bloque euro-atlántico promueve la política identitaria mientras que en Rusia se habla de la “defensa de los valores tradicionales”.

En el caso del Oriente Medio, los diversos “acuerdos de Abraham”, firmados los últimos años por una serie de países árabes musulmanes con Israel con el fin de aumentar las ganancias de los capitalistas (árabes y judíos), por si mismas destacan la deliberada ingenuidad o la finalidad de tales aproximaciones, como la reciente ayuda que dio el Israel judío al Azerbaiyán musulmán para reprimir a los armenios cristianos en Nagorno Karabaj.

Si levantamos  la cortina de humo de los puntos de vista desorientadores, que intentan incriminar a las diversas civilizaciones, las diversas religiones, o su categoría favorita el terrorismo islámico, entonces veremos todos estos grandes intereses empresariales, a los que nos referimos anteriormente, el capitalismo y las leyes de su operación, que son la causa de las guerras injustas en las condiciones del imperialismo.

 

SOBRE LA EXISTENCIA DEL ESTADO Y DEL PUEBLO DE ISRAEL

El surgimiento del Estado burgués israelí, que hoy es una realidad, ha comenzado pocos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. La masacre de los judíos por los nazis y el antisemitismo promovido por las clases burguesas en varios países capitalistas antes de la Segunda Guerra Mundial llevaron a la aceptación, por parte de la URSS y del movimiento obrero mundial, de la creación del Estado de Israel al lado de un Estado de Palestina. Esta decisión fue desafiantemente violada por el Estado burgués de Israel, cuya burguesía está pisoteando desde hace décadas todos los derechos del pueblo palestino, apoderándose de gran parte del territorio palestino.

A la burguesía de Israel y su Estado, EE.UU así como la Unión Europea encontraron el “aliado” que necesitaban y que les dio el derecho de arbitraje junto con las demás clases burguesas de la región, que ellas también buscaban mejorar su papel. Este juego geopolítico que se ha desarrollado de manera aún más dura tras el derrocamiento del socialismo en la URSS, convierte en víctima a un pueblo entero, al pueblo de Palestina que durante todos estos años le estaban prometiendo una patria pero este sueño sigue incumplido.

El pueblo de Israel también paga un alto coste siendo víctima de las políticas implementadas por la burguesía de Israel y su Estado. El KKE expresa su solidaridad con el Partido Comunista de Israel, los comunistas de Israel, judíos y árabes que están luchando en la “boca del lobo” y están alzando su voz de resistencia ante la barbarie contra el pueblo de Palestina.

El KKE expresa su plena solidaridad y apoyo con el pueblo de Palestina, la necesidad de tener su propio Estado siendo el dueño de su tierra, y al mismo tiempo destaca que otra víctima de esta política del Estado burgués de Israel y del gobierno reaccionario de Netanyahu es el propio pueblo israelí.

Esta posición fue recibida con hostilidad por algunas fuerzas de la llamada “Plataforma Antiimperialista Mundial” que no reconocen ni la existencia del Estado de Israel, ni de la burguesía y del pueblo israelí, calificándolo simplemente como “base de EE.UU que debe ser destruida”.

Estas fuerzas se niegan a ver que la causa principal de todo lo que están sufriendo los pueblos es el sistema explotador bárbaro en su fase actual, la fase monopolista, cuando entre los monopolios, las clases burguesas se intensifica la lucha, librada con todos los medios, por la explotación de los trabajadores no solo de sus países, sino también de otros países, las pugnas por las materias primas, las rutas de transporte de mercancías, los apoyos geopolíticos y las cuotas de mercados. El Estado burgués de Israel y su burguesía son para EE.UU y la Unión Europea un tal apoyo geopolítico, y no solo una base militar.

 

SOBRE LA SOLUCIÓN DE LOS DOS ESTADOS Y LAS FRONTERAS ANTERIORES A 1967

Ya hemos señalado que la URSS apoyaba la creación del Estado de Israel y, en particular, la delegación soviética ante la ONU señaló que “la creación de un único Estado árabe-judío con igualdad de derechos para judíos y árabes” era “la mejor manera (...) de resolver la cuestión palestina”. Al mismo tiempo, sin embargo, se señalaba que “si este plan resulta imposible de aplicar, dado el deterioro de las relaciones entre judíos y árabes (...), entonces deberíamos considerar el segundo plan (...) que prevé la partición de Palestina en dos Estados autónomos independientes, uno judío y otro árabe". Una vez más, tal solución a la cuestión palestina sólo estaría justificada si las relaciones entre las poblaciones judía y árabe en Palestina resultaran ser tan malas que fuera imposible reconciliar y asegurar la coexistencia pacífica entre árabes y judíos (...)”. La delegación soviética tampoco dejó de estigmatizar a los “Estados de Europa Occidental” y “el hecho (...) de que no pudieran garantizar la defensa de los derechos fundamentales del pueblo judío y protegerlo contra la violencia de los verdugos fascistas”, lo que a su vez “explicaba las aspiraciones de los judíos a la creación de su propio Estado”.[31]

La Pravda escribió que “la resolución de partición adoptada por la ONU (...) aseguraba” la “liberación de Palestina de la dependencia extranjera, la satisfacción de las esperanzas nacionales del pueblo judío y del pueblo árabe, la creación de la posibilidad para las poblaciones judías y árabes de Palestina de ser dueños de su tierra, más allá de la influencia imperialista extranjera”.[32] El conflicto árabe-israelí se denunciaba como “el resultado de la política británica y estadounidense” en la región.

Destacamos todo eso para subrayar que hay una continuación histórica en este tema y la decisión de la ONU sobre la solución de los dos Estados tiene su propia evolución[33], mientras que lo que ocurre hoy es que el Estado de Israel es un Estado ocupante que viola flagrantemente esta resolución concreta de la ONU y el derecho del pueblo de Palestina.

Hoy día, planeamientos como las de MERA25 (Yanis Varoufakis) y de su alianza internacional Diem 25, que a partir de 2021 se opone a la solución de los dos Estados afirmando que ya es imposible que exista un Estado palestino, considerando que los asentamientos israelíes han creado un hecho consumado que hay que aceptar, son una inclinación ante la agresión de Israel y una aceptación de la realidad que ha impuesto por su poder militar y el de sus aliados. Dicho planteamiento que nos llama a renunciar en esencia el derecho del pueblo de Palestina a establecer su propio Estado en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital, que es la reivindicación más aceptada a nivel internacional (reconocida por 145 estados), y convertir la cuestión palestina de una “cuestión nacional a una cuestión de derechos humanos” es prácticamente una aceptación de la ocupación israelí y una aceptación de que el pueblo palestino no tendrá su propia patria, mientras los palestinos bajo ocupación tengan algunos “derechos humanos”. Este enfoque cosmopolita que elimina las características nacionales y otras de los pueblos en nombre de un difuso “universalismo”, no es nada progresista, porque busca sembrar el derrotismo en el pueblo de Palestina y en todos los pueblos que luchan frente a la correlación de fuerzas internacional negativa. 

 

LA LUCHA POR EL SOCIALISMO Y LA CUESTIÓN DE LA LIBERACIÓN NACIONAL 

De diversas fuerzas trotskistas que en cualquier caso tienen la tendencia de confundir cuestiones relativas a la lucha por el socialismo y niegan la posibilidad de su construcción en un solo país, se expresa preocupación por la lucha por la liberación nacional del pueblo de Palestina y sobre si es posible en condiciones de imperialismo que exista tal lucha, y de hecho cuando decimos que nuestra época es la de transición del capitalismo al socialismo.

Algunos critican al KKE diciendo que mientras en todos los demás casos habla de la necesidad y actualidad del socialismo, en dicho caso se centra solo en el derecho de establecimiento de un Estado palestino.[34]

Sin embargo, estas fuerzas parece que ignoran que aunque en todo el mundo predominan los monopolios y estamos en la fase monopolista del capitalismo, lo que Lenin definió como imperialismo, esto no significa en absoluto de que no pueden estallar luchas de liberación nacional contra la ocupación extranjera. De parte de los palestinos se está librando una guerra justa de liberación nacional, una guerra contra la ocupación, con el objetivo de que el pueblo de Palestina logre el derecho a tener su propia patria. En este tema no puede haber dudas ni segundos pensamientos. De parte de Israel y de sus aliados (EE.UU, OTAN, UE) es una guerra imperialista injusta cuyo objetivo es perpetuar la ocupación y servir a sus intereses en la región.

Fue en la época del imperialismo cuando el KKE lideró tal lucha formando el Frente de Liberación Nacional (EAM), el Ejército Popular Griego de Liberación  (ELAS), las demás organizaciones de resistencia contra la ocupación fascista extranjera (alemana, italiana y búlgara) durante el período 1941-1944.  El KKE fue la mente, el organizador y el corazón de esta gran epopeya de resistencia y estamos orgullosos de nuestro Partido que jugó un papel destacado en esta lucha, y la crítica que hacemos se refiere a la debilidad ideológica y política de nuestro Partido de vincular esta gran lucha con la causa del poder obrero.

Para el KKE el socialismo es necesario y vigente para todo el mundo, para todos los países capitalistas; pero en las condiciones en las que se libra la lucha obrero-popular en cada país se destacan ciertos eslabones que pueden dar un impulso a la lucha de clases. Un asunto crucial para el Partido Comunista, para el movimiento obrero, para la preparación, agrupación y movilización de fuerzas obrero-populares, es tomar en cuenta estos eslabones en la lucha por el socialismo. En Palestina hoy este “eslabón” clave es deshacerse de la ocupación israelí, luchar por el establecimiento del Estado palestino.

Por tanto, la clase obrera de Palestina y su vanguardia, el Partido Comunista, tienen la tarea de desarrollar una tal línea que vinculará este “eslabón” a la causa de la lucha por la liberación social, el poder obrero, la construcción de la nueva sociedad socialista.

Es nuestra tarea, la de los trabajadores y jóvenes de otros países, apoyar esta lucha y estar a su lado ahora en el conflicto con las fuerzas de ocupación. El KKE mantiene relaciones con el Partido Comunista Palestino, el Partido del Pueblo  Palestino, surgido de la escisión del Partido Comunista Palestino en 1991, y mantiene contactos con el Frente Popular y el Frente Democrático de Palestina. Nuestro Partido respeta la lucha de todas estas fuerzas, que tiene lugar en condiciones particularmente difíciles, y expresa su solidaridad de diversas maneras en todas las ocasiones posibles.

 

EL SUPUESTO “DERECHO DE AUTODEFENSA”

Hoy el Derecho Internacional se vuelve aún más reaccionario y se utiliza por las fuerzas imperialistas según les conviene, en el marco de sus antagonismos y a expensas de los pueblos. Los comunistas debemos luchar contra los puntos de vista que ocultan este hecho; y uno de esos casos es la invocación del “derecho de autodefensa” por parte de Israel, que fue planteado en Grecia por el gobierno de la Nueva Democracia, pero también por los demás partidos burgueses (SYRIZA, PASOK, etc.), que apoyaron también en el Parlamento Europeo una serie de resoluciones que en nombre de la “autodefensa de Israel” legitiman sus crímenes.

De hecho y formalmente, el “derecho internacional” actual prevé tres casos de operaciones militares en el territorio de otro Estado: 1) por resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como en el caso de Libia, 2) por invitación del gobierno legítimo del Estado en cuestión, como en el caso de las operaciones militares de Rusia en Siria, y 3) por razones de “autodefensa”. 

Las razones de “autodefensa” y el “artículo 51” de la Carta de las Naciones Unidas han sido invocados desde el primer momento por EE.UU y Turquía para sus operaciones militares aéreas y terrestres en Siria. 

Cabe señalar que el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que se refiere al derecho de autodefensa de un país contra un ataque armado, no siempre ha sido así. Inicialmente solo se aplicaba en caso de “invasión de un ejército extranjero” a un Estado miembro de la ONU y daba derecho, hasta que se adoptara la correspondiente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, a responder a este ataque golpeando en autodefensa incluso fuera de sus fronteras contra el Estado atacante.

Sin embargo, tras el 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos apeló al Consejo de Seguridad de la ONU y solicitó una “interpretación ampliada” de este artículo, para poder invocarlo en la invasión y ocupación de Afganistán, en la guerra contra los “talibanes”. Entonces, el Consejo de Seguridad de la ONU (y Rusia) aceptó la petición estadounidense y ahora la autodefensa no es una respuesta a un ataque (invasión militar) de un Estado concreto, sino a un ataque armado en general, que, como es obvio, se interpreta como se considera oportuno. Sin embargo, lo que supone un desafío sin precedentes en el caso de Israel es que invoca este derecho mientras ha violado flagrantemente todos los conceptos del derecho internacional, ocupa territorio extranjero, se niega a cumplir las resoluciones de la ONU, por ejemplo, sobre el retorno de los refugiados, etc., ha realizado asentamientos ilegales y es y se comporta como una fuerza de ocupación y genocidio de un pueblo. Los que invocan el derecho de “autodefensa” de Israel, una potencia ocupante, son como los que justifican la masacre de los nazis en Distomo, Kalavrita, Kommeno y tantos otros crímenes que los ocupantes fascistas cometieron en nuestro país como “autodefensa”.

 

LA INACEPTABLE EQUIPARACIÓN DE LA SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO DE PALESTINA CON EL ANTISEMITISMO

En una serie de países capitalistas donde sus clases burguesas apoyan abiertamente a la obra criminal de Israel, como EE.UU y Alemania, se ha desatado un mecanismo de represión contra las manifestaciones de solidaridad con los palestinos que están siendo masacrados, anulando incluso las declaraciones burguesas acerca de la “libertad de expresión” en casos de solidaridad con el pueblo de Palestina. En EE.UU, estudiantes universitarios y profesores están siendo detenidos y expulsados de las universidades, mientras que en Alemania han sido prohibidas las manifestaciones a favor del pueblo de Palestina en varias ciudades.

Toda la operación de represión se disfraza con la equiparación inaceptable de la solidaridad con el pueblo de Palestina con el antisemitismo. La solidaridad se caracteriza como “retórica de odio” /  discurso intolerante, con el fin de legitimar muchas más medidas -incluso preventivas- de censura. En Grecia, una parte de los medios de comunicación y algunos funcionarios del gobierno han expresado una tal identificación. Cabe señalar las declaraciones del Ministro de Educación, K. Pierrakakis, tras una reunión con miembros del Presidium del Consejo Central Judío en las que pretendía identificar la solidaridad del movimiento sindical de profesores con el pueblo de Palestina con el antisemitismo.

El KKE y las organizaciones sindicales no tardaron en pronunciarse contra estas declaraciones desorientadoras, que se basan en la ignorancia del papel desempeñado no sólo por la URSS, sino también por el movimiento sindical organizado en el surgimiento del Estado israelí. Ignoran, por ejemplo, el hecho de que en la conferencia fundacional de la Federación Sindical Mundial (FSM) en 1945 se adoptó una resolución especial a favor de la fundación del estado de Israel[35], mientras unos años más tarde de nuevo la FSM denunció las acciones agresivas ocupadoras de Israel a expensas de los pueblos árabes[36], y que hasta la fecha la FSM lucha por una Palestina libre, independiente, en las fronteras anteriores a 1967.

En lo que respecta a nuestro país, es bien sabido que, durante la ocupación nazi y mientras una parte de la burguesía colaboraba con los nazis e implementaba los planes del Holocausto de los judíos, se destacó el papel de EAM y ELAS, que, poniendo en práctica la dirección dada por el KKE, rescataron a judíos de las atrocidades nazis y reclutaron a muchos de ellos para la lucha armada de liberación.[37]

En las circunstancias actuales, la participación en las movilizaciones en EE.UU, Alemania, otros países europeos y en el propio Israel, y de muchos judíos, contra las políticas antipopulares del reaccionario gobierno de Netanyahu, es la mejor respuesta a este planteamiento antihistórico. Para cualquier persona razonable es obvio que la crítica, incluso la polémica, a Estados y gobiernos burgueses, p.ej contra EE.UU o el gobierno ucraniano reaccionario de Zelenski en ningún caso coincide con el odio nacionalista contra el pueblo estadounidense o ucraniano. Hay una clara distinción y esto vale también en el caso de distinción entre el Estado criminal de Israel, la condena de sus propios crímenes y de los judíos en general, o de la población judía de Israel.

 

EL CONCEPTO DISTORSIONADO DE LOS “DOS EJES”

Dado que la guerra en Palestina está objetivamente entrelazada con la competencia entre potencias imperialistas (EE.UU, OTAN, UE por un lado y, por otro lado, Rusia, China, Irán, etc.) en la región e internacionalmente, surgen dos percepciones diferentes, pero igualmente erróneas, de lo anterior: α) Una que afirma que se está formando un “eje antiimperialista” (Irán, Rusia, China), al que debemos apoyar contra los imperialistas estadounidenses y sus aliados. b) Una segunda, menos extendida en la actualidad pero igualmente errónea, que afirma que no podemos apoyar la lucha del pueblo palestino por su liberación porque forma parte del conflicto imperialista. Estos dos enfoques parten de la observación correcta de que se están formando bloques de potencias rivales, y por un lado tenemos el bloque imperialista de las potencias euro-atlánticas, mientras que la formación del bloque euroasiático (Rusia, China, Irán, etc.), que el primer punto de vista lo presenta distorsionadamente como un supuesto “eje antiimperialista”. 

En la práctica pues se observa un enfoque de clase, tratando al imperialismo como una política agresiva de EE.UU y sus aliados e ignorando que tanto en China como en Rusia mandan los monopolios, por lo que las clases burguesas de estos países también buscan promover sus propios planes.

El apoyo de Rusia, China e Irán hacia los palestinos no es porque están con  lo que es "justo para los pueblos", sino porque quieren obstaculizar los planes estadounidenses en la región, dificultarlos, perjudicarlos. Así pues, no hay ningún "eje antiimperialista" formado por estas potencias; estas potencias trabajan para sus propios intereses, sus propios monopolios, y por eso no pueden ser coherentes en el apoyo a la lucha palestina. Otra cosa es que los palestinos, como todos los movimientos por la liberación nacional o incluso revolucionarios, buscan utilizar estas contradicciones en su lucha contra la ocupación israelí.

El segundo enfoque, aunque aborda correctamente la esencia clasista de los bloques imperialistas rivales, comete el gran error de “tirar al niño con el agua”, rechazar la justa lucha del pueblo de Palestina, en nombre de la guerra imperialista. Sin embargo, como se ha demostrado históricamente, en condiciones de conflicto imperialista internacional, e incluso de guerra, no se excluye la manifestación de guerras justas de liberación nacional. Estos temas abordó Lenin a fondo durante la Primera Guerra Mundial, respondiendo a las posiciones erróneas de Luxemburgo.

Hoy, cuando existe realmente la posibilidad de generalización del conflicto en el Oriente Medio, e incluso su vinculación con la guerra en Ucrania o el surgimiento de nuevos frentes, el carácter imperialista del conflicto, de las principales potencias que se enfrentan por sus propias aspiraciones geopolíticas, no solo no debe llevar a renunciar el apoyo al pueblo de Palestina, sino que es imperativo que esta lucha reciba aún más apoyo.

El KKE, tanto en el caso del conflicto en Ucrania como en el caso de Palestina, está en el lado correcto de la Historia, porque está del lado de los pueblos y lucha contra los imperialistas, los monopolios, el capitalismo, que están ensangrentando a los pueblos.

 

LOS PELIGROS DE GENERALIZACIÓN DEL CONFLICTO Y SU UNIFICACIÓN CON EL FRENTE DE GUERRA EN UCRANIA

 

Ya nos hemos referido en varios puntos de este artículo a la relación e interacción de los dos conflictos militares que están en desarrollo en Ucrania y Palestina. Esta interacción tiene que ver con la apertura de nuevas rutas de transporte de mercancías y de energía, y el cierre de otras, el estrechamiento o la “congelación” de relaciones político-militares entre Estados burgueses. Surge pues la pregunta si estos dos conflictos militares se pueden unificar, lo cual podría llevar a una mayor inflamación.

Si nos fijamos en el mapa hay tres regiones geográficas donde el estallido de los conflictos, que hoy se consideran “locales” y secundarios o que “se han congelado”, unificaría geográficamente estas dos regiones de conflicto.

 

 

  1. Los acontecimientos en los Balcanes giran en torno a las pretensiones inaceptables de la burguesía turca en el Egeo, que plantea cuestiones de derechos soberanos y de soberanía, la posibilidad de una nueva conflagración en el protectorado de Kosovo (que tiene como punta de lanza la narrativa de la “Gran Albania”), un “cortocircuito” en el otro protectorado de Bosnia (que podría llevar a su final repentino), e incluso la situación política inestable en Moldavia (donde se implican activamente Rumanía y Rusia) y la región separatista de Transnistria, el resurgimiento del irredentismo en Macedonia del Norte (que fue barrido bajo la alfombra por el acuerdo de Prespa para la adhesión de dicho país a la OTAN), etc. En esta región en particular puede que surja un desarrollo intenso de diversas ”grandes ideas” que en los últimos 100 años han dado lugar a conflictos militares, así como a irredentismos y conflictos por los cambios de fronteras, en los que se pueden ver involucrados los países capitalistas más poderosos.
  2. En el Cáucaso donde el desarrollo de la guerra en Ucrania ha dejado ya sus “huellas”. La reducción de los flujos ferroviarios de Asia a Europa a través de Rusia condujo al resurgimiento de la solución del enlace ferroviario a través de Azerbaiyán-Turquía, también conocido como el Corredor del Medio. La ruta estaba bloqueada por la presencia militar armenia en el paso fronterizo de Zangezur, lo que cambió con la victoria de Azerbaiyán, respaldado por Turquía e Israel, en el conflicto armado contra Armenia por Nagorno Karabaj. Esta evolución, que afecta a los intereses de Irán, así como el desplazamiento de decenas de miles de armenios de Nagorno Karabaj, crean una mayor inestabilidad, al igual que los acontecimientos en Georgia, que ha perdido el 20% de su territorio, ya que Abjasia y Osetia del Sur han declarado su “independencia” y están estableciendo relaciones con Rusia. Dentro de Georgia, la lucha interburguesa por las alianzas internacionales de la burguesía está cobrando impulso.
  3. En Asia Central, aunque los países de la región forman parte de uniones regionales con Rusia como “locomotora”, al mismo tiempo, existen contradicciones subyacentes y manifiestas entre las clases burguesas de la región, siendo la más característica el conflicto entre Tayikistán y Kirguistán por el agua, y entre Kazajstán y Uzbekistán, en el que ambas partes explotan las cuestiones étnicas y lingüísticas y las particularidades de las poblaciones de la región, pero detrás de esto subyace la feroz   competencia por las materias primas y las rutas de transporte de mercancías, una lucha en la que también participan potencias imperialistas aún más fuertes.

 

EPÍLOGO

 

De todo lo anterior, se desprende que la guerra en el Medio Oriente, marcada por la brutalidad del Estado de ocupación israelí contra el pueblo de Palestina, tiene el potencial de generalizar y expandir el derramamiento de sangre.

Hoy, las grandes luchas de los pueblos y de la juventud en muchos países del mundo, contra la propaganda de las burguesías de Israel, los EE.UU. y la UE, tienen un gran impacto primero dentro de los países. Ejercen presión sobre los gobiernos burgueses, como se ve en la decisión de algunos países de reconocer a Palestina, o en la prevención de los planes de abolir incluso la ayuda humanitaria a través de la UNRWA invocando sus relaciones con Hamás, o incluso la adaptación hipócrita de las tácticas de EE.UU. Estos y otros ejemplos ponen de manifiesto el poder del movimiento obrero, de los jóvenes y los estudiantes para influir en los acontecimientos nacionales e internacionales.

Es necesario, junto a la constante expresión de solidaridad con la lucha del pueblo de Palestina por su causa justa, reforzar aún más la lucha contra la implicación de nuestro país en los planes imperialistas, por el regreso de todas las secciones de las Fuerzas Armadas griegas que se encuentran fuera de las fronteras en diversas misiones imperialistas. Por el cierre de las bases de EE.UU-OTAN, que son una cabeza de puente para las guerras y ponen en el punto de mira a nuestro pueblo. Por la desvinculación del país de las uniones imperialistas, con el pueblo soberano en nuestro país, en conflicto con la burguesía y sus aspiraciones de mejorar su papel geo-estratégico, el gobierno de la Nueva Democracia, SYRIZA, PASOK, Solución Griega y los demás partidos burgueses, que conjuntamente apoyan y aplican la estrategia euro-atlántica y los planes imperialistas.

 

 El artículo fue publicado en julio de 2024 en el número 3 de la Revista Comunista, revista teórica y política del Comité Central del KKE.



[1]  Diario EFSYN, 5 y 6/6/2024

[2]      La evaluación es del sitio web árabe https://attaqa.net/: que a finales de 2023 publicó un informe  en base a los datos publicados en «Se aumentan los recursos globales de petróleo y gas natural», https://www.ogj.com/.

[3]      Asociación de Asuntos Internacionales y Europeos, “Mar Rojo: El “Gran Juego” y la Misión Europea “Áspides””, https://odeth.eu/.

[4]   “Mar Rojo: Cruje la cadena del comercio mundial”, https://www. newsit.gr/.

[5]      “Abbás: ZEE y mercado regional, los objetivos de Palestina del Foro del Gas del Mediterráneo Oriental”, https://energypress.gr/.

[6]      Su sede está en Atenas.

[7]   Walid Khadduri, “¿Qué sucederá con el yacimiento “Gaza Marine” tras la guerra?”, https://www.palestine-studies.org/ar/

[8]   Ahmad Ismail, “Antes de lo previsto. El desarrollo del yacimiento palestino “Gaza Marine” comenzará el próximo mes de octubre”, septiembre de 2023, https://cnnbusinessarabic.com/.

[10]    Mohammad Shtayyeh, “El desarrollo del yacimiento “Gaza Marine” se ha hecho factible”, 19.6.23, https://www.aa.com.tr/ar/.

[11]    Nur Abwaisa e Iyad Nabulsi, “¿Cómo tratará Hamás el desarrollo del yacimiento de gas natural Gaza Marine?”, https://www.aa.com.tr/ar/.

[12]    Nur Abwaisa e Iyad Nabulsi, “¿Cómo tratará Hamás el desarrollo del yacimiento de gas natural Gaza Marine?”, https://www.aa.com.tr/ar/.

[13]            “ΙΜΕC: ¿En qué consisten los planes del corredor comercial India-Europa?”, https://www. powergame.gr.

[14]    Gennady Smakov, “El Canal Ben-Gurión como factor de acción militar en el Oriente Medio”, https://fondsk.ru.

[15] https://hellasjournal.com, 20.9.23.

[16]    Makis Papadopoulos, “Los defensores verdes de la guerra y de la pobreza energática”, KOMEP, n. 3/2022.

[17]   Grigoris Lionís, “Los desarrollos en la industria de guerra y las posiciones del KKE”, KOMEP, n. 3/2023.

[18]    “Se han disparado los gastos militares a nivel mundial. Más de 2,4 billones de dólares en 2023”, 22.4.24, https://www.902.gr/.

[19]      Grigoris Lionís, “Los desarrollos en la industria de guerra y las posiciones del KKE”, KOMEP, n. 3/2023.

[23]    “Israel Aerospace Industries prevé un aumento de 49% de sus ingresos netos en 2023” https://www.jpost.com/.

[24]    New York Times, "Se han destruido más edificios en Ucrania que si todos los edificios de Manhattan fueran cuatro veces arrasados", https://www.liberal.gr/.

[25]    UNOSAT, “7ª evaluación exhaustiva de los daños en la Franja de Gaza mayo de 2024”, https://unosat.org/.

[26]    Estadísticas del ataque a la Franja de Gaza, https://m.sa24.co/.

[27]    “El embajador de Israel en la “K”: La seguridad de un país no se concede a otros”,  13.6.23, https://www.kathimerini.gr/.

[28]       Giorgos Marinos “Fortalecemos la solidaridad con el pueblo palestino, aumentamos la vigilancia ante los acontecimientos”, KOMEP, no 5/2023.

[30]    Pantelis Kapsis, “¿Choque de civilizaciones?”, https://www.athensvoice.gr, Konstantinos Gkinis: “El ataque terrorista de Hamás y el choque de civilizaciones”, https://www.liberal.gr.

[31]  Naciones Unidas, “Origen y evolución de la cuestión palestina: 1947-1977 (Parte ΙΙ)», en https://www.un.org/unispal/history2/origins-and-evolution-of-the-palestine-problem/part-ii-1947-1977/

[32]  Pravda, 29.5.1948. Pravda fue el órgano del Comité Central del Partido Comunista de toda la Unión (bolchevique)  (como se denominaba el PCUS antes de 1952).

[33]   Para más información, véase el artículo de fondo de Anastasis Gikas, "Repaso histórico a las raíces y evolución de la cuestión palestina", publicado en Rizospastis en 6 entregas (desde 4.11.23 hasta 2.3.24).

[34]    Jorge Martín, “El Partido Comunista de Grecia y la lucha por la liberación de la Palestina: un debate necesario”, https://www.marxist.com.

[35]    Enciclopedia Judía Digital, “Las relaciones de la URSS con Israel”, https:// eleven.co.il/.

[36]    G.V. Sharapov, “Federachión Sindical Mundial”, https://www.booksite.ru.

[37]   Ioanna Kotsiavra, “Sobre la participación de la población judía en la Resistencia, en la lucha antifascista y la lucha armada de liberación en las filas de EAM-ELAS”, https://www.katiousa.gr.